Si tienes pólipos en el colon y hemorroides te estarás preguntando si estas dos afecciones tienen relación. Ambas son condiciones comunes que afectan a muchas personas. Los pólipos son acumulaciones de células en el revestimiento del colon, mientras que las hemorroides son venas hinchadas en el ano y el recto.
Ambas pueden presentar síntomas como sangrado rectal, dolor y picazón. ¿Cómo saber si son hemorroides o pólipos? ¡Te contamos sus diferencias!
Diferencias entre las hemorroides y los pólipos en el colon
Las hemorroides y los pólipos en el colon son dos condiciones que afectan al sistema digestivo, pero tienen diferencias en cuanto a la ubicación, los síntomas, las causas y los riesgos. Te contamos todos los detalles para que consigas diferenciarlas bien.
Hemorroides
- Ubicación: las hemorroides son venas hinchadas y dilatadas que se encuentran en el recto y alrededor del ano. Pueden ser hemorroides internas (dentro del recto) o almorranas externas (bajo la piel alrededor del ano).
- Síntomas: los síntomas comunes incluyen dolor, irritación, picazón en la zona anal, sangrado durante las deposiciones y la sensación de un bulto o hinchazón en el área anal.
- Causas: las causas de las hemorroides son muy diversas. En general suelen aparecer por el aumento de la presión en las venas del recto y el ano. Esto puede pasarte por estreñimiento crónico, estar sentado por largos periodos, el embarazo o el esfuerzo al ir al baño. También es importante saber que las hemorroides y la obesidad están muy relacionadas. Por eso, es recomendable cuidar la dieta para evitar estos problemas.
- Riesgos: aunque las almorranas frecuentemente son muy incómodas, no son graves y en la mayoría de los casos se tratan con cambios en la dieta, pomadas para hemorroides o procedimientos menores.
Pólipos en el colon
- Ubicación: los pólipos son crecimientos de tejido que se forman en la pared interna del colon o el recto. Pueden variar en tamaño y forma y, aunque la mayoría son benignos, algunos pueden desarrollarse en cáncer con el tiempo. Por eso, es muy importante acudir al médico para que pueda valorar el problema.
- Síntomas: muchas veces no causan síntomas y se descubren por casualidad durante una colonoscopia. Cuando sí hay síntomas, pueden ser sangrado rectal, diarrea o estreñimiento y, en casos raros, dolor abdominal.
- Causas: la aparición de pólipos está influenciada por factores genéticos, la edad, la dieta y el estilo de vida. Algunas condiciones hereditarias también aumentan el riesgo de desarrollar pólipos.
- Riesgos: aunque no todos los pólipos se convierten en cáncer, la posibilidad existe, especialmente con ciertos tipos, como los adenomas. Por eso, es esencial su detección y eliminación temprana mediante colonoscopias regulares, especialmente en personas mayores de 50 años o con antecedentes familiares de pólipos o cáncer colorrectal.
¿Qué síntomas comparten los pólipos en el colon y las hemorroides?
Ahora que ya sabes qué diferencias tienen los pólipos y las hemorroides vamos a ver qué tienen en común.
Sangrado rectal
Tanto los pólipos en el colon como las hemorroides provocan, en algunos casos, sangrado rectal. En las hemorroides, el sangrado es rojo brillante y se nota en la superficie de las heces, en el papel higiénico o en el inodoro. Los pólipos, en cambio, generan un sangrado menos obvio, a veces solo podrás detectarlo mediante pruebas médicas. Si quieres saber más sobre las almorranas sangrantes y el cáncer de colon te recomendamos este artículo.
Dolor
El dolor está más vinculado a las almorranas, especialmente cuando se inflaman o forman coágulos. Este malestar se suele sentir cuando te sientas o al ir a hacer tus necesidades. Los pólipos rara vez originan dolor, pero si lo hacen, puede ser signo de un problema más serio que requiere atención médica. Con todo, te recordamos que vivir con hemorroides sin dolor es posible. Solo tienes que elegir los tratamientos adecuados y confiar en un especialista.
¿Cómo prevenir las hemorroides y los pólipos en el colon?
Para prevenir ambas afecciones es esencial que adoptes un estilo de vida saludable centrado en el bienestar de tu sistema digestivo. Aquí te dejamos algunas estrategias efectivas:
- Incluye mucha fibra en tu dieta. Alimentos como frutas, verduras y granos enteros no solo suavizan tus heces y facilitan su paso, sino que también ayudan a reducir la probabilidad de formación de pólipos en el colon. Si quieres empezar una dieta para hemorroides te recomendamos que leas nuestro post dedicado a ello.
- Bebe suficiente agua. Una buena hidratación mantiene tus heces blandas para que tengas más facilidad para ir al baño, lo que te ayudará a aliviar la presión en las venas del recto y el colon. El estreñimiento y las hemorroides son dos condiciones que es mejor que no se den juntas.
- Haz ejercicio regularmente. Esto te ayudará a mejorar el movimiento intestinal y reducirá el tiempo que los desechos permanecen en el colon.
- Evita estar sentado por periodos prolongados. Haz pausas y camina un poco. Muchas personas piensan que las hemorroides y el ejercicio no son una combinación segura. Lee nuestro post para descubrir por qué es mentira.
- Atiende a las señales de tu cuerpo. Si sientes que tienes que ir al baño, no retrases el momento. Esto endurece las heces y aumenta la necesidad de esforzarse.
- Limita el consumo de alcohol y evita el tabaco. Ambos hábitos están asociados con un mayor riesgo de pólipos y cáncer de colon. Además, el tabaco es muy malo para las almorranas. Si quieres leer nuestro post sobre hemorroides y tabaco, haz clic aquí.
Recuerda, adoptar estas medidas no solo te ayudará a prevenir hemorroides y pólipos en el colon, sino que también contribuirá a tu salud general.