¿Sabrías diferenciar si sufres hemorroides o fístula? Aunque ambas condiciones afectan al área rectal, son bastante distintas tanto en síntomas como en tratamiento. En esta entrada, compararemos las hemorroides con las fístulas anales y aprenderemos cómo identificar sus síntomas.
También nos adentraremos en el escenario de tener fístulas anales y hemorroides a la vez y abordaremos la inquietante pregunta: ¿es peor tener una fístula o hemorroides internas? Más allá de esta interesante comparación, también puedes conocer en detalle qué son las hemorroides con nosotros. Síntomas de las fístulas anales vs. síntomas de las hemorroides
¿Cómo distinguir por los síntomas entre fístula o hemorroide? Las fístulas anales son canales anormales que se forman entre el interior del ano o recto y la piel que rodea el ano y pueden causar síntomas como dolor, secreción de pus, picazón y sangrado.
Por otro lado, las hemorroides son venas hinchadas en el recto o ano que pueden provocar dolor, picazón, hinchazón y sangrado durante las evacuaciones intestinales. Aunque estos síntomas pueden solaparse, existen diferencias claves que pueden ayudar a distinguir una condición de la otra:
- Localización del dolor: en el caso de las hemorroides, el dolor suele sentirse solo durante las deposiciones, especialmente si son hemorroides externas. En cambio, las fístulas anales pueden causar dolor constante que se intensifica durante las deposiciones.
- Secreción: las fístulas anales suelen presentar una secreción de pus que causa irritación e incomodidad en la piel alrededor del ano. Este síntoma no es característico de las hemorroides.
- Presencia de una masa: las hemorroides externas pueden notarse como pequeñas masas o bultos alrededor del ano. Por otro lado, las fístulas anales pueden presentar una protuberancia similar, pero con una pequeña abertura que drena pus.
- Sangrado: aunque tanto las hemorroides como las fístulas anales pueden causar sangrado, este es más común y abundante en las hemorroides, especialmente después de las deposiciones. Conoce más sobre hemorroides sangrantes en este blog.
Estas diferencias son solo indicativas y ambas condiciones requieren un diagnóstico médico para proporcionar el tratamiento adecuado.
Tener fistulas anales y hemorroides a la vez
Tener fístulas anales y hemorroides de forma simultánea puede parecer una situación complicada, pero es más común de lo que podrías pensar. Estas dos condiciones afectan al área rectal y presentan síntomas parecidos, lo que a veces dificulta su diagnóstico. La coexistencia de ambas puede intensificar la sintomatología y complicar aún más el manejo de las afecciones individuales.
En cuanto al tratamiento, es más común que las fístulas anales requieran cirugía, mientras que las hemorroides suelen tratarse con cambios en la dieta, pomadas con ruscogenina y trimebutina, medicación y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos.
Por otro lado, las fístulas anales tienen una tasa de recurrencia relativamente alta y el manejo de las hemorroides al mismo tiempo puede dificultar el seguimiento y el tratamiento de las fístulas.
¿Es peor tener una fístula o hemorroides internas?
Es una pregunta difícil de responder, ya que «peor» puede depender del impacto de los síntomas en la calidad de vida de la persona. Las hemorroides internas pueden causar sangrado y dolor, especialmente durante las deposiciones, pero a menudo se manejan con cambios en la dieta y medicamentos tópicos. En algunos casos, pueden requerir procedimientos mínimamente invasivos.
Por otro lado, las fístulas anales pueden ser más problemáticas, con síntomas como dolor constante y secreción de pus y pueden requerir cirugía para su reparación. En última instancia, la gravedad de una afección frente a la otra depende de factores individuales, como la severidad de los síntomas y cómo afectan a la vida diaria de cada persona.
Cuándo acudir al médico para saber si tengo hemorroides o una fístula
Si notas algún cambio en tus deposiciones, como la aparición de sangre, si sientes dolor, picazón, hinchazón en la zona anal, o si notas una secreción inusual, deberías buscar atención médica. No debes ignorar estos síntomas pensando que se resolverán por sí solos.
En el campo de la proctología, los especialistas están equipados con el conocimiento y las herramientas necesarias para diagnosticar y tratar trastornos como las hemorroides y las fístulas anales.