Las hemorroides de grado 4 representan la fase más avanzada y compleja de esta afección anorrectal. Si has notado cambios importantes en tu zona anal y experimentas molestias constantes, necesitas comprender los grados de hemorroides y sus implicaciones para tu salud. A continuación, te explicamos todo lo que debes saber sobre esta dolencia y, lo más importante, cómo tratarla.
¿Qué es una hemorroide de grado 4?
Una hemorroide de grado 4 constituye la manifestación más severa de la enfermedad hemorroidal. A diferencia de los estadios anteriores, en este nivel las almohadillas vasculares se encuentran permanentemente fuera del canal anal [1]. La principal característica diferencial radica en la imposibilidad de reintroducirlas manualmente al interior del recto, lo cual ocasiona importantes complicaciones y malestar.
La anatomía del área anal se ve seriamente comprometida en esta etapa. Los vasos sanguíneos dilatados y el tejido circundante presentan una inflamación considerable, alterando la estructura normal de la zona. Esta condición desencadena una serie de síntomas que impactan significativamente en el bienestar físico y emocional del paciente.
Síntomas de las hemorroides de grado 4
A diferencia de los estadios más leves, las molestias que experimentarás con las hemorroides de grado 4 son constantes. Cada uno de estos síntomas se presenta con mayor intensidad que en las fases anteriores.
Protrusión permanente
Uno de los principales síntomas es la protrusión permanente de las hemorroides fuera del ano. Las hemorroides prolapsadas no pueden ser reintroducidas y están expuestas al contacto con la ropa y superficies, lo cual genera irritación constante. Esta protrusión también está asociada a un mayor riesgo de infección, ya que la piel y las mucosas se encuentran siempre expuestas [2].
Dolor intenso
El dolor es uno de los síntomas más incapacitantes. El malestar y la incomodidad que provocan las almorranas afectan tu calidad de vida. La sensación de ardor y el picor constante convierten cada movimiento en un auténtico desafío. La intensidad del dolor varía a lo largo del día, alcanzando picos especialmente molestos durante la defecación o tras periodos prolongados de sedestación.
Aquellos que sufren el Hemorror en esta etapa avanzada necesitan tratamientos específicos para aliviarlo. Afortunadamente, existen alternativas eficaces para mitigar estos síntomas, como los tratamientos tópicos con ruscogenina y trimebutina.
Sangrado
Las hemorroides sangrantes son frecuentes en esta etapa. El roce constante y la exposición permanente provocan pérdidas de sangre roja brillante, especialmente durante la defecación o al limpiar la zona. Este sangrado requiere atención médica inmediata para prevenir complicaciones [3]. La pérdida continuada de sangre aumenta el riesgo de desarrollar anemia, particularmente en pacientes vulnerables o con patologías previas.
Picazón e irritación
El picor en el ano por hemorroides es especialmente molesto en el grado 4. La exposición constante del tejido hemorroidal irrita la piel circundante, generando una sensación persistente de escozor y malestar que dificulta las actividades cotidianas. El rascado frecuente de la zona agrava la irritación y favorece la aparición de lesiones secundarias que complican aún más el cuadro clínico.
Hinchazón
El edema considerable en la zona anal caracteriza este estadio. Los tejidos inflamados adquieren un tamaño importante, causando una sensación constante de presión y ocupación en el área. Esta inflamación dificulta la higiene adecuada de la zona y aumenta el riesgo de complicaciones infecciosas.
Dificultad para realizar actividades diarias
Las molestias derivadas de las hemorroides de grado 4 afectan el día a día. Actividades básicas como sentarse, caminar o realizar ejercicio físico se tornan complicadas debido al dolor y la incomodidad permanentes. El impacto en la calidad de vida alcanza también la esfera social y laboral, limitando la participación en numerosas actividades cotidianas.
¿Cómo tratar las hemorroides de grado 4?
El tratamiento de las hemorroides en esta etapa avanzada requiere generalmente intervención quirúrgica. Las principales opciones terapéuticas incluyen:
- La hemorroidectomía es el método más efectivo para casos severos. Esta intervención quirúrgica elimina completamente el tejido hemorroidal afectado [4]. El procedimiento se realiza bajo anestesia y requiere un periodo de recuperación.
- El banding para hemorroides ofrece una alternativa menos invasiva en casos seleccionados. Esta técnica liga las hemorroides para interrumpir su suministro sanguíneo, provocando su posterior atrofia y desprendimiento. Aunque menos agresiva que la hemorroidectomía, no todos los pacientes con hemorroides de grado 4 son candidatos adecuados para este procedimiento.
Además de estos tratamientos principales, el manejo integral incluye medidas complementarias como:
- Mantener una higiene meticulosa de la zona.
- Adoptar una dieta rica en fibra para facilitar la defecación.
- Evitar el estreñimiento mediante una hidratación adecuada.
- Seguir las pautas de medicación prescritas por el especialista.
Como hemos visto, las hemorroides de grado 4 precisan tu atención médica especializada inmediata. Un diagnóstico y tratamiento tempranos te ayudarán a prevenir complicaciones y mejorar tu pronóstico. La combinación de tratamientos quirúrgicos y medidas conservadoras te permitirá obtener resultados satisfactorios en la mayoría de los casos.
REFERENCIAS:
- Lohsiriwat, V. (2012). Hemorrhoids: From basic pathophysiology to clinical management. World Journal of Gastroenterology, 18(17), 2009-2017. Disponible en: https:// www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3342598/
- Ganz, R. A. (2013). The evaluation and treatment of hemorrhoids: A guide for the gastroenterologist. Clinical Gastroenterology and Hepatology, 11(6), 593-603. Disponible en: https:// pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23333220/
- Sun, Z., & Migaly, J. (2016). Review of Hemorrhoid Disease: Presentation and Management. Clinics in Colon and Rectal Surgery, 29(1), 22-29. Disponible en: https:// www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4755769/
- Jacobs, D. (2014). Clinical practice. Hemorrhoids. The New England Journal of Medicine, 371(10), 944-951. Disponible en: https:// pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25184866/