Si sufres de Hemorror, seguramente buscas alivio a tu malestar y quieres saber qué no hacer cuando tienes hemorroides. Aquí te ofrecemos una guía práctica para evitar los errores más comunes y favorecer tu recuperación. También recuerda que el alivio rápido y efectivo está a tu alcance.
Evita errores en el manejo de las evacuaciones
El momento de la evacuación es muy importante en el manejo de la enfermedad hemorroidal. Por eso, ten en cuenta dos recomendaciones fundamentales [1].
No te esfuerces durante las evacuaciones
Forzar la evacuación es contraproducente para tu salud anal. El esfuerzo excesivo aumenta la presión en las venas del ano, lo que inflama las almorranas existentes y empeora los síntomas [2]. Adopta una postura relajada en el inodoro y permite que tu cuerpo actúe naturalmente.
Para facilitar el proceso, considera estas pautas [2]:
- Incluye alimentos ricos en fibra en tu dieta para ablandar las heces.
- Mantén una buena hidratación a lo largo del día.
- Establece una rutina diaria para ir al baño.
No limpies la zona de manera agresiva
La limpieza adecuada del área anal requiere cuidado y delicadeza. El uso de papel higiénico áspero o frotar con demasiada fuerza irrita la piel sensible y empeora las hemorroides [2].
Si te preguntas cómo limpiarse con hemorroides, sigue estos consejos para una higiene adecuada:
- Opta por papel higiénico suave y húmedo.
- Utiliza toallitas sin alcohol específicas para hemorroides.
- Limpia la zona con movimientos suaves, sin frotar.
- Considera el uso de un bidé o una ducha de mano para una limpieza más delicada.
Productos y sustancias a eliminar
El cuidado de las almorranas implica ser selectivo con los productos que utilizas en la zona afectada. Ciertas opciones de uso común pueden agravar tu condición.
No utilices productos irritantes en la zona afectada
La piel alrededor del ano es extremadamente sensible, especialmente cuando padeces hemorroides. El uso de productos con ingredientes agresivos provoca irritación, picazón y empeora la inflamación.
Evita el uso de jabones, lociones o productos perfumados en la zona anal [2]. En su lugar, elige productos diseñados específicamente para el cuidado de las almorranas. Estos contienen ingredientes calmantes como la witch hazel o el aloe vera, que alivian la inflamación y el malestar. Lo más importante es que sean suaves y sin fragancia.
Hábitos y posiciones que pueden empeorar la condición
Tus hábitos diarios influyen directamente en la evolución de las almorranas. Algunas posturas y actividades cotidianas, aparentemente inofensivas, empeoran tu situación.
Evita permanecer sentado o de pie por períodos prolongados
La inactividad ejerce más presión sobre los vasos sanguíneos de tu área anal, especialmente si tienes sobrepeso [3]. Las hemorroides por sedentarismo son un problema común, pero puedes prevenirlo con algunos cambios en tu rutina diaria:
- Si trabajas sentado, realiza pausas activas cada hora: levántate, estira las piernas y da unos pasos por la oficina o tu casa para reactivar la circulación sanguínea.
- Alterna entre posiciones sentado y de pie a lo largo del día: tu cuerpo agradecerá el cambio de postura, pues evitarás la presión constante en la zona anal.
- Practica ejercicios para hemorroides: los ejercicios de Kegel y los movimientos suaves de cadera fortalecen la musculatura del suelo pélvico.
- Camina regularmente para estimular la circulación: un paseo de 15-20 minutos tras las comidas principales mejora el retorno venoso y favorece el tránsito intestinal.
Errores en el cuidado personal y la dieta
El manejo adecuado de las hemorroides trasciende los cuidados locales. Tu estilo de vida y hábitos alimenticios influyen en la prevención y tratamiento de esta condición.
No realices autodiagnósticos ni automedicaciones
Aunque las almorranas son una afección común, cada caso requiere atención personalizada. El autodiagnóstico y la automedicación pueden llevar a tratamientos inadecuados o retrasar la detección de problemas más serios.
Consulta a un médico especialista en hemorroides si experimentas [1]:
- Sangrado rectal persistente: pese a que las almorranas son la causa más frecuente del sangrado anal, otras afecciones también lo provocan. No asumas que el sangrado procede exclusivamente de las hemorroides.
- Dolor intenso que no cede con medidas caseras: si tras una semana de cuidados y tratamientos en casa el dolor y la incomodidad continúan, necesitas atención médica profesional.
- Cambios en tus hábitos intestinales: las alteraciones en la frecuencia o consistencia de tus deposiciones podrían indicar otros problemas de salud que requieren diagnóstico médico.
- Protuberancias o bultos en la zona anal que no desaparecen: la persistencia de estos síntomas requiere una evaluación profesional para descartar otras patologías.
El proctólogo evaluará tu caso particular mediante un examen específico, identificará el origen exacto de tus síntomas y te ofrecerá el tratamiento más adecuado. Recuerda que el diagnóstico temprano marca la diferencia en el éxito del tratamiento.Evita alimentos que puedan irritar el intestino.
Evita alimentos que puedan irritar el intestino
Tu dieta influye directamente en la salud de tu sistema digestivo y, por ende, en tus almorranas. Ciertos alimentos exacerban la inflamación y dificultan las evacuaciones, empeorando tu condición.
Los alimentos para las hemorroides adecuados son esenciales en tu recuperación. Un consumo adecuado de fibra ablanda las heces y las hace más fáciles de expulsar, lo que previene y alivia los síntomas. En ese sentido, las guías alimentarias actuales recomiendan consumir 14 gramos de fibra por cada 1.000 calorías ingeridas. En una dieta estándar de 2.000 calorías, esto equivale a 28 gramos diarios de fibra [4].
Incluye en tu dieta:
- Frutas y verduras ricas en fibra: manzanas, peras, ciruelas, brócoli y zanahorias.
- Cereales integrales: avena, pan y arroz integrales.
- Legumbres: lentejas, garbanzos y alubias.
- Agua en abundancia: los líquidos activan la fibra y mejoran su eficacia.
La hidratación también merece una mención especial. Además del agua, puedes incluir zumos naturales de frutas y caldos claros. La cantidad de líquido que necesitas varía según tu actividad física, el clima y tu estado de salud. Por ello, te recomendamos consultar con tu médico para personalizar estas recomendaciones.
A su vez, limita o evita el consumo de alimentos grasos o bajos en fibra, ya que fomentan el estreñimiento. Especialmente, ten cuidado con los lácteos, las carnes y los alimentos procesados [3].
- Alimentos picantes.
- Comidas grasas o fritas.
- Carnes rojas procesadas.
- Alcohol y cafeína en exceso.
En definitiva, saber qué no hacer si tienes hemorroides es tan importante como las medidas que debes tomar para aliviar esta condición. Al evitar estos errores comunes y adoptar hábitos saludables, facilitarás tu recuperación y prevendrás futuros episodios. No olvides que cada caso es único, eso, ante cualquier duda o síntoma persistente, acude a un profesional sanitario.
REFERENCIAS:
- MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) [actualizado 13 nov. 2023]. Hemorroides. Disponible en: https:// medlineplus.gov/spanish/hemorrhoids.html#:~:text=Hacer%20demasiado%20esfuerzo%2C%20frotarse%20o,externas%20desaparecen%20en%20pocos%20d%C3%ADas.
- Dr. Alberto Parajó Calvo (2023, 12 septiembre). ¿Qué no debemos hacer si tenemos hemorroides? Disponible en: https:// www.albertoparajo.com/que-no-debemos-hacer-si-tenemos-hemorroides_fb116808.html
- Jabeen Begum, MD (s.f.). What Should You Not Do if You Have Hemorrhoids? MedicineNet, Inc. Disponible en: https:// www.medicinenet.com/what_should_you_not_do_if_you_have_hemorrhoids/article.htm
- National Institutes of Health (s.f.). Eating, Diet, & Nutrition for Hemorrhoids. Health Information. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK). Disponible en: https:// www.niddk.nih.gov/health-information/digestive-diseases/hemorrhoids/eating-diet-nutrition