¿Qué hacer cuando se revienta una hemorroide? Esta pregunta que puede surgir en momentos de angustia y desconcierto. A lo largo de este blog, intentaremos despejar tus dudas y proporcionarte orientación. Las hemorroides sangrantes, aunque alarmantes, no siempre son motivo de pánico.
Por qué revientan las hemorroides
¿Qué pasa si se revienta una hemorroide externa? Para comprender esto, es crucial entender primero qué son las hemorroides. Se tratan de vasos sanguíneos inflamados en el recto y el ano, comparables a las varices que pueden surgir en las piernas. Las hemorroides pueden ser internas o externas y, en algunos casos, pueden formar coágulos de sangre, conocidos como trombos.
Las hemorroides se revientan cuando la presión en estos vasos sanguíneos se vuelve demasiado intensa. Esto puede ocurrir debido a esfuerzos intensos, como el estreñimiento crónico o el levantamiento de peso excesivo, o incluso durante un parto. La presión aumentada puede llevar a que la hemorroide se rompa y sangre.
¿Cómo saber que se ha reventado una hemorroide?
¿Qué pasa si se revienta una hemorroide interna? A diferencia de las hemorroides externas, las internas se encuentran en el interior del recto, por lo que no son visibles a simple vista. Sin embargo, hay signos que pueden indicarte que una hemorroide interna ha estallado.
Un indicativo claro es el sangrado. Si notas sangre roja brillante en el papel higiénico o en las heces tras ir al baño, es posible que tengas una hemorroide rota. El sangrado puede ser leve o abundante, pero generalmente no dura mucho tiempo.
Además del sangrado, otro signo de una hemorroide reventada es el dolor o la molestia. Las hemorroides internas no suelen causar dolor a menos que se rompan o se prolapsen (se desplacen hacia el exterior del ano). Te invitamos a conocer más sobre hemorroides prolapsadas en otras entradas de este blog.
Qué puedo hacer si se revienta una hemorroide
Si te encuentras en la incómoda situación de tener una hemorroide rota, es posible que te preguntes, ¿qué puedo hacer? Aquí te presentamos una serie de medidas que puedes tomar para aliviar los síntomas y ayudar en la recuperación. Es importante recordar que estos consejos deben complementar y no reemplazar la atención médica profesional.
Aplicar aloe vera frío
El aloe vera es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes. Aplicar aloe vera frío directamente en la zona afectada puede ayudar a aliviar la inflamación y el dolor. Asegúrate de usar un producto puro y libre de aditivos, los cuales podrían irritar la zona.
Baños de asiento
Los baños de asiento para hemorroides son una opción efectiva para aliviar las molestias de las hemorroides. Consisten en sentarse en agua durante unos 15-20 minutos, varias veces al día. Esto ayuda a reducir la inflamación y puede promover la curación.
Aplicar hielo
Al igual que con otras inflamaciones, aplicar una bolsa de hielo puede ser beneficioso. Asegúrate de envolver el hielo en una toalla o paño antes de aplicarlo para evitar quemaduras por frío. La aplicación debe ser intermitente, con descansos para permitir que la piel se recupere.
Aumentar la ingesta de fibra soluble e insoluble
Una dieta alta en fibra soluble e insoluble puede ser muy útil. La fibra ayuda a ablandar las heces y facilitar su tránsito, lo que reduce la necesidad de hacer esfuerzos al defecar, algo fundamental para prevenir y tratar las hemorroides. Incluye en tu dieta para hemorroides alimentos como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Mantenerse hidratado
Beber suficiente agua es esencial para mantener las heces blandas y fáciles de pasar. Esto es especialmente importante si estás aumentando tu ingesta de fibra, ya que la fibra funciona mejor cuando está bien hidratada.
Aplicar hamamelis en la zona
El hamamelis es una planta conocida por sus propiedades astringentes y antiinflamatorias. Aplicar un poco de hamamelis en la zona puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Como con el aloe vera, busca un producto puro y libre de irritantes.
¿Qué pasa si se revienta una hemorroide externa?
Cuando se revienta una hemorroide externa, la presión en los vasos sanguíneos inflamados del recto o del ano se vuelve demasiado intensa, causando una ruptura. Esto puede ocurrir por esfuerzos fuertes, como el estreñimiento crónico o el levantamiento de peso.
Cuando una hemorroide se rompe, puede resultar en sangrado. Aunque sea alarmante, la mayoría de las hemorroides sangrantes no son peligrosas, pero requieren atención y cuidado para evitar complicaciones y aliviar el malestar.
¿Qué pasa si se revienta una hemorroide interna?
Si se revienta una hemorroide interna, ubicada dentro del recto, puede causar sangrado rectal, evidenciado por sangre roja brillante en el papel higiénico o en las heces. Aunque no suelen causar dolor a menos que se rompan o se prolapsen, pueden causar malestar.
Cuándo acudir con un especialista
Mientras que las hemorroides a menudo pueden ser manejadas en casa con medidas de autocuidado, hay situaciones en las que es esencial buscar atención médica. Aquí te indicamos algunas circunstancias en las que debes considerar acudir a un especialista:
Dolor constante
Si experimentas dolor constante, intenso o insoportable en la zona anal, debes buscar atención médica. El dolor podría indicar una hemorroide trombosada, una afección que puede requerir un tratamiento más intensivo.
Bulto de color azulado en el ano
Un bulto azulado y doloroso cerca del ano puede ser una hemorroide externa trombosada. Esta condición ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en la hemorroide, y puede requerir tratamiento médico inmediato.
Aumento de la cantidad de sangrado
Aunque el sangrado leve puede ser un síntoma común de las hemorroides, si observas un aumento en la cantidad de sangrado, o si el sangrado no cesa, debes buscar atención médica. El sangrado rectal persistente o abundante puede ser un indicativo de una afección más grave.
Consejos para prevenir que reviente una hemorroide
- Evita el estreñimiento: mantén una dieta alta en fibra e hidrátate bien para promover heces blandas y fáciles de pasar.
- Haz ejercicio regularmente: el ejercicio ayuda a mejorar la circulación y puede prevenir el estreñimiento.
- Evita esfuerzos excesivos: al defecar, no hagas esfuerzos excesivos, ya que esto puede aumentar la presión sobre las hemorroides.
- Evita estar sentado por periodos largos: si trabajas sentado, levántate y camina regularmente para aliviar la presión sobre la zona anal.
- Mantén una buena higiene: limpia suavemente la zona anal después de cada deposición para evitar irritaciones.