La presión rectal produce una sensación de pesadez o tensión en la zona del recto y el ano, generando gran incomodidad e incluso dolor. Hay muchas afecciones que provocan este problema, entre ellas, las hemorroides y las fisuras anales.
Si sientes molestias en tu área anal y desconoces el origen, quizás padezcas presión rectal. Sigue leyendo para descubrir qué condiciones provocan esta dolencia y cómo aliviarla con tratamientos efectivos. ¡Toma nota y recupera tu bienestar!
Principales causas de la presión rectal
La presión en el recto puede originarse por diversos factores. Algunas causas son temporales y fáciles de tratar, mientras que otras requieren atención médica especializada. A continuación, te explicamos las principales razones de este problema [1]:
Hemorroides como causa de presión rectal
Las almorranas son uno de los motivos más comunes de presión rectal. Estas venas inflamadas en el ano y el recto inferior provocan molestias y, en ocasiones, sangrado. Las hemorroides sangrantes ocurren cuando los vasos sanguíneos se agrietan y rompen, lo que genera un sangrado visible en las heces o el papel higiénico.
Fisura anal
Una fisura anal es una pequeña rotura en el revestimiento del canal anal. Esta lesión ocasiona dolor agudo durante la defecación y provoca sangrado. La fisura anal sangrante se produce cuando la herida se abre, causando un sangrado leve pero visible.
Estreñimiento
El estreñimiento crónico ejerce una presión excesiva en el recto debido a la acumulación de heces duras y secas. Además de dificultar la evacuación, la constipación desencadena otras complicaciones como almorranas o fisuras anales.
Absceso
Un absceso anorrectal es una acumulación de pus en la zona del ano o el recto. Esta infección localizada provoca inflamación, dolor y presión en el área afectada. Los abscesos requieren atención médica inmediata para prevenir complicaciones más graves.
Incontinencia fecal
La incontinencia fecal genera presión rectal al dificultar el control de las evacuaciones. Por lo general, este problema se vincula con la diarrea y hemorroides. Los episodios diarreicos irritan la región anal, lo que propicia la formación de almorranas y agrava la sensación de presión.
Prostatitis
La inflamación de la próstata en hombres también genera presión rectal. Esta dolencia afecta la glándula cercana al recto, cuyas señales pueden confundirse con otras afecciones anorrectales. La prostatitis causa molestias similares a problemas rectales, dificultando su diagnóstico preciso.
Prolapso rectal
El prolapso rectal ocurre cuando parte del recto sobresale a través del ano. La protrusión del tejido rectal genera una sensación de presión y plenitud en el área anal. Como consecuencia, el paciente experimenta otros síntomas como dificultad para defecar, incontinencia fecal o espasmos en el ano.
Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad intestinal inflamatoria (EII) que causa inflamación y úlceras en el intestino grueso, incluyendo el recto [1]. A raíz de estos cambios en el tejido intestinal, los pacientes experimentan una sensación de presión en el área rectal.
Cómo se diagnostica la presión rectal
Si acudes al médico por presión rectal, te enfrentarás a un proceso diagnóstico que incluye varios pasos [1]:
- Conversación con tu médico: el profesional te preguntará sobre tu historial y síntomas. Te pedirá detalles sobre el momento en que notaste la presión por primera vez o qué factores la alivian o empeoran.
- Examen físico: es probable que el doctor realice un examen rectal digital. Aunque pueda resultar incómodo, este procedimiento permite detectar anomalías palpables como hemorroides o masas.
- Pruebas endoscópicas: quizás te recomienden una anoscopia o sigmoidoscopia. Estos procedimientos utilizan instrumentos con cámara y luz para examinar el interior de tu recto. No te preocupes, son breves e indoloros.
- Estudios de imagen: dependiendo de tus síntomas, podrían solicitarte radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. Estas pruebas permiten al médico visualizar posibles alteraciones como tumores, abscesos o fístulas.
- Manometría anorrectal: en algunos casos, el médico sugiere esta prueba especializada que mide la presión en tu recto. Proporciona información valiosa sobre la función muscular y nerviosa de la zona.
El especialista elegirá las pruebas más adecuadas según tus síntomas y los hallazgos iniciales. No dudes en preguntar si tienes dudas sobre cualquier procedimiento. Tu colaboración es vital para un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo.
Tratamiento para aliviar la presión rectal
Aliviar los síntomas de la presión en el recto requiere un enfoque personalizado, ya que el tratamiento varía según la causa que la origina. Aquí te presentamos diversas opciones para mejorar tu condición [1]:
- Manejo del estreñimiento: si padeces constipación ocasional, puedes aliviarlo en casa. Aumenta tu consumo de fibra, bebe suficiente agua y, si es necesario, utiliza laxantes de venta libre. Cuando se trata de un estreñimiento crónico, el médico receta medicamentos específicos.
- Antibióticos para infecciones: en caso de prostatitis, el doctor probablemente te recetará antibióticos para combatir la infección subyacente. Esto te ayudará a eliminar el picor en el ano por hemorroides o fisuras anales.
- Control de enfermedades crónicas: si tu presión rectal se debe a afecciones como colitis ulcerosa o prostatitis crónica, el tratamiento consistirá en medicamentos para controlar los síntomas.
- Intervención quirúrgica: en algunas situaciones, como prolapso rectal o fístulas anales, tu médico podría recomendarte una cirugía para corregir el problema de raíz.
- Ejercicios de kegel para hemorroides: fortalecen los músculos del suelo pélvico, lo que ayuda a mejorar el control y reducir los efectos asociados a las almorranas.
Señales de alerta
Algunas señales requieren atención médica inmediata:
- Sangrado rectal abundante o persistente.
- Infección.
- Dolor intenso que no remite con medidas básicas.
- Fiebre asociada a los síntomas rectales.
- Cambios repentinos en los hábitos intestinales.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Debilidad o mareos.
Aunque la presión rectal sea incómoda y dolorosa, no tienes por qué sufrirla en silencio. Ahora que conoces sus causas, síntomas y opciones de tratamiento, estás mejor preparado para cuidar de tu salud. Recuerda que, ante cualquier molestia persistente, debes consultar a tu médico. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, podrás aliviar esta afección y mejorar tu calidad de vida. Tu bienestar es lo más importante, ¡no dudes en buscar ayuda profesional!
REFERENCIAS
- Rachel Nall (2021, 26 abril). Presión rectal: Causas y cuándo consultar a un médico. Healthline Media UK Ltd, Brighton, UK. Disponible en: https:// www.medicalnewstoday.com/articles/es/presion-rectal