En la mucosa del ano existen unas pequeñas glándulas llamadas papilas anales. Normalmente, son tan diminutas que no puedes reconocerlas a simple vista. Sin embargo, a veces crecen y se vuelven visibles. Cuando esto ocurre, las llamamos papilas hipertróficas anales [1].
Esta afección se relaciona a menudo con las hemorroides, que provocan inflamación en la zona perianal. Conocer sus características te ayudará a actuar de manera adecuada si las llegas a padecer.
Por su parte, las fisuras anales también promueven el desarrollo de papilas hipertróficas. Si has notado cambios en tu región anal o sientes malestar, es importante que te informes sobre esta condición para saber cómo proceder. Sigue leyendo y conoce cuáles son las causas, síntomas y tratamiento de esta dolencia.
Causas asociadas a la aparición de papilas anales hipertróficas
Las papilas anales hipertróficas no surgen de la nada. Existen condiciones y factores que facilitan su formación. Veamos en detalle cuáles son sus principales causas asociadas:
Hemorroides
Las hemorroides representan una de las principales causas de papilas anales hipertróficas. Estas dilataciones venosas en el ano y el recto inferior provocan inflamación y, en ocasiones, sangrado. La presión constante y la irritación generadas por las almorranas pueden desencadenar el crecimiento de las papilas anales.
En casos más severos, las hemorroides sangrantes agravan la situación, ya que la pérdida de sangre irrita aún más los tejidos circundantes. Por eso, este cuadro favorece el desarrollo de papilas hipertróficas.
Fisuras anales
Las fisuras anales son pequeñas grietas en el revestimiento del ano que también contribuyen a la formación de papilas hipertróficas. El trauma repetido en la región anal y el proceso de cicatrización estimulan el crecimiento anormal de las papilas.
La presencia de una fisura anal sangrante intensifica la irritación local, lo que aumenta la probabilidad de que el organismo desarrolle papilas hipertróficas como mecanismo de defensa.
Enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn es un trastorno inflamatorio crónico del tracto digestivo que puede afectar al tubo digestivo, incluido el ano [2]. La inflamación asociada a esta condición propicia el desarrollo de papilas anales hipertróficas.
En algunos pacientes, la enfermedad de Crohn por fisura anal agrava el cuadro, puesto que aumenta la inflamación local y favorece la hipertrofia de las papilas anales.
Colitis ulcerosa
Al igual que la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa (también llamada “colitis ulcerativa”) es otra de las formas de enfermedad intestinal inflamatoria (EII) [2]. Esta condición, que afecta principalmente al colon y al recto, también motiva la aparición de papilas anales hipertróficas.
Traumas en la región anal
Diversas lesiones en el área anal conllevan el riesgo de generar una hipertrofia de las papilas. Estas pueden surgir debido a la higiene inadecuada, el uso excesivo de laxantes o por practicar sexo anal sin protección. Como resultado, el tejido dañado reacciona con inflamación y un crecimiento anormal.
Posibles síntomas relacionados con las papilas anales hipertróficas
Si padeces de esta condición, es probable que al principio no sientas nada fuera de lo normal, pues las papilas anales hipertróficas no producen síntomas en sus etapas iniciales [3]. No obstante, a medida que la condición avanza, podrías experimentar alguno de los siguientes síntomas:
Aparición de un bulto en el ano
Notarás una pequeña protuberancia en el borde del ano. Esta formación se parece a una etiqueta de piel y tú la notarás más evidente al limpiar la zona. Si bien no causa dolor, su presencia te resultará incómoda y preocupante.
Irritación o picor
Experimentarás una sensación de picazón o escozor en el área anal. Es una molestia que se intensifica después de ir al baño o durante actividades físicas. El roce de la ropa agrava aún más la irritación, afectando tu comodidad diaria.
Dolores
En ciertos casos, las papilas anales hipertróficas provocan un malestar que se agudiza durante la defecación o al sentarse por períodos prolongados. Este malestar se asemeja al dolor insoportable por hemorroides, lo que dificulta su diagnóstico preciso sin la ayuda de un profesional.
En situaciones más graves, esta molestia interfiere con tus actividades cotidianas, como caminar o dormir. Si sientes un dolor intenso en la zona anal, no lo ignores. Consulta a tu médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento efectivo.
Tratamiento para las papilas hipertróficas
El tratamiento definitivo para las papilas anales hipertróficas es la cirugía. Se trata de un procedimiento ambulatorio con anestesia local que te permitirá volver inmediatamente a tu casa, sin la necesidad de hospitalización [3].
Tras la operación, tu médico programará revisiones periódicas para detectar posibles recurrencias. Asimismo, la eliminación de una papila no previene el desarrollo de otras en el futuro. Por eso, ante cualquier sangrado o bulto en la región anal, consulta inmediatamente a un proctólogo.
La prevención de las papilas anales hipertróficas es complicada, ya que a menudo se desconoce su causa exacta. Tu mejor estrategia es sin duda la detección y el tratamiento temprano. Por ello, mantén una buena higiene anal y presta atención a cualquier cambio en esta zona de tu cuerpo. Recuerda que un diagnóstico precoz facilita el tratamiento y mejora el pronóstico.
REFERENCIAS
- Paco Buendía, Tomás José (s.f.). Papilas hipertróficas y pólipos anales. Clínica Proctológica del Dr. Tomás J. Paco Buendía. Disponible en: https:// clinicaproctologica.com/papilas-hipertroficas-y-polipos-anales/
- Enciclopedia Médica A.D.A.M. [Internet]. Enfermedad de Crohn; [actualizado 30 ene. 2023]. Disponible en: https: //medlineplus.gov/spanish/ency/article/000249.htm
- Paco Buendía, Tomás José (s.f.). Qué son las papilas hipertróficas de ano y cuál es su tratamiento. Clínica Proctológica del Dr. Tomás J. Paco Buendía. Disponible en: https:// clinicaproctologica.com/hemorroides-durante-el-embarazo-copy/