El esfuerzo al defecar es un problema frecuente que tiene enormes consecuencias en la salud anal. Si has experimentado dificultades para evacuar, te recomendamos leer este post para saber los riesgos asociados y sepas cómo prevenirlos.
A continuación, te explicamos en detalle las causas y efectos de este problema, incluyendo condiciones como el dolor intenso en el ano al defecar. Además, te ofreceremos consejos prácticos para mejorar tu salud digestiva. ¡Comencemos!
Causas del gran esfuerzo al defecar
La principal causa del esfuerzo al defecar es el estreñimiento. Asimismo, existen diversos factores que ocasionan este problema digestivo [1]:
- Cambios en la dieta: una alimentación baja en fibra, la disminución en la ingesta de líquidos o el consumo de alimentos que favorecen el estreñimiento dificultan el tránsito intestinal.
- Deshidratación: la falta de agua en el organismo provoca que este absorba líquido de las heces, endureciéndolas y complicando su expulsión.
- Medicamentos: ciertos fármacos, como los opiáceos, las sales de hierro y algunos con efectos anticolinérgicos (antihistamínicos y antidepresivos tricíclicos), ralentizan la evacuación.
- Defecación desordenada (disquecia): ocurre cuando los intestinos no generan suficiente fuerza para propulsar las heces o existe dificultad para relajar los músculos del recto y el esfínter anal durante la defecación.
- Síndrome del intestino irritable con predominio del estreñimiento (SII-E): esta condición causa dificultades en la evacuación.
- Uso excesivo de laxantes: el abuso de estos productos tiende a generar dependencia, lo que crea un círculo vicioso de constipación y mayor uso de laxantes.
- Sedentarismo: la falta de actividad física ralentiza el metabolismo y la motilidad intestinal.
- Trastornos médicos: ciertas condiciones como el hipotiroidismo, la hipercalcemia o la enfermedad de Parkinson contribuyen al estreñimiento.
- Lesiones neurológicas: daños en la médula espinal o neuropatías afectan la inervación intestinal y provocan constipación.
En muchos casos, la causa exacta del estreñimiento y el consecuente esfuerzo al defecar puede ser desconocida o multifactorial. Debemos identificar y abordar estos factores para prevenir y tratar adecuadamente el problema.
Consecuencias físicas del esfuerzo al defecar
Forzar la evacuación de manera repetida conlleva riesgos importantes para la salud. Veamos cuáles son las principales complicaciones que puedes experimentar:
Hemorroides
Las hemorroides (o almorranas) son una de las consecuencias más frecuentes del esfuerzo excesivo al defecar. Los esfuerzos repetidos para evacuar, ya sea debido a un estreñimiento prolongado o a episodios de diarrea, promueven la inflamación de las venas anales y rectales [2]. Si padeces esta afección podrías padecer picazón, ardor y sangrado durante la defecación.
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Si te preguntas cómo hacer caca con hemorroides, la clave está en adoptar una postura adecuada y evitar permanecer sentado en el inodoro durante periodos prolongados.
Fisuras anales
Las fisuras anales son pequeños desgarros del tejido delgado y húmedo que recubre el ano [3]. El estreñimiento crónico y el esfuerzo excesivo durante la evacuación dañan la mucosa anal, provocando estas lesiones [4].
Prolapso rectal
El prolapso rectal ocurre cuando parte del recto se desplaza hacia el exterior a través del ano. El estreñimiento crónico y el esfuerzo al defecar aumentan el riesgo de desarrollar esta dolencia. Estos factores incrementan la presión dentro del abdomen y debilitan los músculos del suelo pélvico [5]. Como resultado, el recto pierde su sujeción normal y comienza a descender.
Prevención y tratamiento
Afortunadamente, existen medidas efectivas para prevenir y tratar los problemas asociados al esfuerzo al defecar. Implementar estos cambios en tu rutina diaria mejorará tu salud digestiva:
Dieta rica en fibra
Una alimentación equilibrada es esencial en la prevención de problemas intestinales. Por eso, incorpora los siguientes alimentos ricos en fibra soluble [6]:
- Frutas.
- Verduras.
- Hortalizas.
- Legumbres.
- Frutos secos.
- Pan de centeno.
Al incorporar estos alimentos a tu dieta, notarás una mejora en tu salud digestiva. Sin embargo, te recomendamos introducir estos cambios de a poco. Un aumento repentino en el consumo de fibra puede causar molestias gastrointestinales. Por ello, los profesionales aconsejan incrementar gradualmente la ingesta de alimentos ricos en fibra, permitiendo que tu tracto gastrointestinal se adapte [6].
Tanto la dieta para hemorroides como la dieta para fisuras anales facilitan el tránsito intestinal, al tiempo que reducen la inflamación y promueven la cicatrización de los tejidos dañados.
Hábitos de vida saludables para no hacer esfuerzos en el baño
Adoptar un estilo de vida saludable es imprescindible para mantener tu sistema digestivo en óptimas condiciones. Algunas recomendaciones incluyen:
- Bebe abundante agua a lo largo del día (al menos 8 vasos) para mantener las heces hidratadas.
- Practica ejercicio regularmente para estimular la motilidad intestinal.
- Establece una rutina de ir al baño, preferiblemente después de las comidas.
- Utiliza un taburete para elevar los pies mientras defecas, adoptando una posición más natural.
- Maneja el estrés mediante técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
- Evita posponer la necesidad de ir al baño cuando sientas ganas.
Si realizas mucho esfuerzo al defecar, no lo ignores. Presta atención a tu salud digestiva y adopta hábitos saludables que te ayuden a prevenir complicaciones y mejorar tu calidad de vida. En el caso de que tus síntomas persistan o empeoren, no dudes en acudir a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento oportuno. Tu bienestar está en tus manos.
REFERENCIAS:
- Gotfried, Jonathan (2024). Estreñimiento en adultos. Síntomas de los trastornos digestivos. Trastornos gastrointestinales. Manual MSD versión para público general. Disponible en: https:// www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-gastrointestinales/s%C3%ADntomas-de-los-trastornos-digestivos/estre%C3%B1imiento-en-adultos?ruleredirectid=756#Causas_v1533166_es
- Greenwald, D. A., & Levine, J. (2018). Hemorroides y otros trastornos anales. American College of Gastroenterology. Publicado originalmente en noviembre de 2007; actualizado en enero de 2018. Disponible en: https:// gi.org/patients/recursos-en-espanol/hemorroides-y-otros-trastornos-anales/
- Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médicas (2022, 31 diciembre). Fisura anal. Enfermedades y afecciones. Disponible en: https:// www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/anal-fissure/symptoms-causes/syc-20351424
- Pazmiño-Chiluiza, C. O., & González-Rodríguez, M. L. (2024). Avances terapéuticos en el abordaje de las fisuras anales: explorando la sinergia entre Farmacología y Nanotecnología. Ars Pharmaceutica, 65(4), 30928. https:// doi.org/10.30827/ars.v65i4.30928
- Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (2019). Prolapso rectal. Problemas anatómicos de la parte inferior del aparato digestivo. Enfermedades digestivas. Disponible en: https:// www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-digestivas/problemas-anatomicos-parte-inferior-del-aparato-digestivo/prolapso-rectal#causa
- Serra, J., Mascort-Roca, J., Marzo-Castillejo, M., Aros, S. D., Ferrándiz Santos, J., Rey Diaz Rubio, E., & Mearin Manrique, F. (2017). Guía de práctica clínica sobre el manejo del estreñimiento crónico en el paciente adulto. Parte 2: Diagnóstico y tratamiento. Gastroenterología y Hepatología, 40(4), 303-316. https:// doi.org/10.1016/j.gastrohep.2016.02.007
ES-2024-11-PROC-01