Las molestias provocadas por las almorranas generan ansiedad y preocupación. Sin embargo, saber si las hemorroides se están curando te ayudará a mantener la tranquilidad durante tu proceso de recuperación.
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Menos dolor o malestar
La primera señal positiva aparece cuando el dolor comienza a disminuir. Uno de los síntomas más frecuentes de las almorranas es el dolor anal, que se intensifica especialmente durante la defecación y al permanecer sentado [1]. Por ello, cuando notes que estas molestias se atenúan, estarás ante un claro indicio de mejoría.
Tu primer alivio llegará cuando tengas menos dolor al evacuar. Las deposiciones, que antes resultaban un momento temido, se volverán progresivamente más tolerables.
Por otro lado, las actividades que implican permanecer sentado dejarán de suponer un desafío constante. Observarás cómo las jornadas laborales o los momentos de descanso resultan más llevaderos y el bienestar general aumenta día tras día.
Disminución del sangrado
El sangrado es uno de los síntomas más alarmantes de las almorranas y su reducción indica que la recuperación avanza favorablemente. Las hemorroides sangrantes se caracterizan por la aparición de sangre roja brillante al momento de la evacuación, que se manifiesta sin dolor y en pequeñas cantidades, tanto en el inodoro como en el papel higiénico [2].
Notarás cómo los restos de sangre en las deposiciones empiezan a menguar. Tu tranquilidad aumentará al comprobar que los episodios hemorrágicos se distancian cada vez más en el tiempo, hasta desaparecer por completo.
Reducción de la inflamación
La reducción de la inflamación marca un avance importante en tu recuperación. Uno de los principales signos de esta afección es la presencia de uno o varios bultos sensibles y endurecidos en la zona anal [1]. A medida que avanza el tratamiento, notarás cómo estas protuberancias van disminuyendo.
El proceso de desinflamación transcurre de manera gradual. Los primeros días de un tratamiento no quirúrgico son esenciales: las molestias y la hinchazón comenzarán a menguar entre el segundo y séptimo día de tratamiento. La masa dura cerca del ano irá retrocediendo a lo largo de los próximos días [3].
Mejoría en la picazón
El prurito característico de las hemorroides con picor anal comienza a remitir durante la fase de curación. Esta molesta sensación disminuye hasta desaparecer, lo cual mejora tu bienestar diario.
Un indicador claro de mejoría aparece cuando la necesidad de rascarte disminuye. Tu piel recuperará progresivamente su sensibilidad habitual, permitiéndote concentrarte en tus actividades sin la constante distracción del picor.
Menor molestia al sentarse
Aprender cómo sentarse con hemorroides es esencial durante el proceso de sanación. La mejoría se evidencia cuando mantienes la postura sentada durante períodos más prolongados sin experimentar dolor o incomodidad.
Saber si las hemorroides se están curando te ayudará a mantener la calma y la constancia en el tratamiento. La observación atenta de estos cambios positivos aumentará tu motivación día a día. Recuerda que cada persona es única y experimenta el proceso de curación de manera diferente. Por eso, mantén la tranquilidad y sigue las recomendaciones de tu médico.
REFERENCIAS
- Enciclopedia Médica A.D.A.M. [Internet]. (2023, 9 septiembre). Hemorroides; Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000292.htm
- Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médicas (2023, 28 diciembre). Hemorroides. Enfermedades y afecciones. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/hemorrhoids/symptoms-causes/syc-20360268
- The American Society of Colon and Rectal Surgeons (2020). Hemorroides. Enfermedades y condiciones. Disponible en: https://fascrs.org/patients/diseases-and-conditions/a-z/hemorroides
