La gangrena de Fournier representa una emergencia médica que exige atención inmediata. Esta condición consiste en una infección bacteriana agresiva que ataca los tejidos blandos de la zona genital y perineal, progresando a una velocidad alarmante si no se aborda con rapidez.
El origen de la gangrena de Fourier se vincula a diversas causas, incluyendo infecciones anorrectales como el absceso perianal. Familiarizarse con sus síntomas y factores de riesgo te ayudará a actuar con urgencia y evitar complicaciones graves.
¿Qué es la gangrena de Fournier?
La gangrena de Fournier, también conocida como síndrome de Fournier, es una enfermedad infecciosa rara y potencialmente mortal [1]. Esta infección destruye la piel y los tejidos del periné, la pared abdominal y los genitales. En los hombres, ataca el escroto y el pene, mientras que en las mujeres daña la vulva.
El nombre de esta dolencia honra al médico francés Jean-Alfred Fournier, quien la describió por primera vez en 1883. Aunque se considera una enfermedad poco común, su tasa de mortalidad alcanza niveles preocupantes.
La gangrena de Fournier se caracteriza por su rápida progresión. En cuestión de horas, el tejido afectado comienza a morir, liberando toxinas que agravan la infección y provocan una reacción en cadena. Por esta razón, el tiempo es un factor determinante en el abordaje y la supervivencia del paciente.
Principales síntomas
Los síntomas de la gangrena de Fournier aparecen de forma repentina y avanzan con rapidez. Si notas alguno de estos signos, no lo tomes a la ligera [1]:
- Dolor intenso en genitales y periné que empeora en cuestión de horas.
- Fiebre alta acompañada de escalofríos.
- Fatiga extrema y malestar general.
- Taquicardia (latidos cardíacos acelerados).
- Hinchazón y enrojecimiento en la zona genital y perineal.
- Aparición de ampollas en la piel afectada.
- Sensación de burbujas bajo la piel al tocar el área.
- Olor desagradable y característico proveniente de la zona infectada.
- Posible disminución de la presión arterial.
- Rápida extensión de la infección hacia abdomen, tórax o piernas.
Causas más habituales de la gangrena de Fournier
La gangrena de Fournier es una infección bacteriana grave que ataca la zona genital y perineal. Las toxinas que estas bacterias producen destruyen rápidamente los tejidos.
Existen factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta condición al crear un ambiente favorable para estos microorganismos. Los principales factores de riesgo son [1]:
Diabetes Mellitus
La diabetes mal controlada debilita las defensas del organismo y daña los vasos sanguíneos, dificultando el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos. Estas condiciones favorecen el crecimiento bacteriano y aumentan la vulnerabilidad a infecciones graves como la gangrena de Fournier.
Otras condiciones
El SIDA, la sepsis perianal, la obesidad y otras infecciones como abscesos anorrectales o fístulas también desencadenan esta patología. Cualquier condición que comprometa la integridad de la piel o las mucosas en estas áreas constituye un factor de riesgo potencial [2].
La inmunosupresión aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar gangrena de Fournier. Los pacientes sometidos a quimioterapia o tratamientos con corticosteroides a largo plazo deben estar especialmente atentos a cualquier signo de infección en la región genital o perineal.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento de la gangrena de Fournier requiere una actuación rápida y multidisciplinar [1]:
- Estabilización hemodinámica: los médicos se centran primero en estabilizar los signos vitales.
- Antibioterapia inmediata: se inicia un tratamiento con antibióticos de amplio espectro por vía intravenosa.
- Intervención quirúrgica: bajo anestesia general, los cirujanos realizan un desbridamiento extenso. Este procedimiento consiste en eliminar todo el tejido infectado y muerto para detener la propagación de la infección.
- Intervenciones adicionales: en casos graves, los cirujanos podrían necesitar extirpar un testículo o realizar derivaciones urinarias y fecales.
- Cuidados intensivos: tras la cirugía, los médicos controlan constantemente para prevenir y tratar posibles complicaciones.
- Reconstrucción: una vez que los médicos controlan la infección, planifican las cirugías reconstructivas necesarias.
¿A qué especialista debes acudir?
Ante la sospecha de gangrena de Fournier, dirígete sin demora a un servicio de urgencias. Allí, un equipo multidisciplinar se encargará de tu atención, incluyendo:
- Cirujanos generales o urológicos: estos especialistas se encargan de la intervención quirúrgica inicial y del seguimiento de la evolución de las heridas.
- Especialistas en enfermedades infecciosas: el rol de estos profesionales es clave en la selección y ajuste del tratamiento antibiótico.
- Intensivistas: manejan las complicaciones sistémicas y el soporte vital en las fases críticas de la enfermedad.
- Endocrinólogos (en caso de diabetes): controlan los niveles de glucosa y ajustan el tratamiento de la diabetes durante la hospitalización.
- Cirujanos plásticos: intervienen en la fase de reconstrucción, realizando injertos y colgajos para restaurar la funcionalidad y la estética de las áreas afectadas.
La prontitud en el diagnóstico y abordaje resulta determinante para mejorar el pronóstico de esta grave enfermedad.
La gangrena de Fournier exige un alto nivel de sospecha y una actuación rápida y coordinada. Conocer sus síntomas y factores de riesgo marca la diferencia entre la vida y la muerte. Si experimentas dolor intenso, hinchazón o cambios en el color de la piel en la zona genital o perineal, especialmente si va acompañado de fiebre, acude inmediatamente a urgencias.
REFERENCIAS
- Top Doctors México (2023, 10 octubre). Gangrena de Fournier. Disponible en: https:// www.topdoctors.mx/diccionario-medico/gangrena-de-fournier/