Notar un bulto en el ano puede ser alarmante y, aunque a menudo se debe a causas benignas, es importante entender sus posibles orígenes para manejar la situación de forma adecuada. El ano, al ser la última parte del intestino donde se excretan los materiales de desecho, es una zona susceptible a diversas afecciones que pueden manifestarse como bultos. Estos pueden variar desde simples hemorroides, que son muy comunes y pueden causar dolor y sangrado, hasta condiciones más serias como el cáncer anal [1].
Otras causas posibles incluyen abscesos anales, que son acumulaciones de pus debido a infecciones, fisuras anales que son pequeñas lágrimas en la piel, o condiciones como las verrugas anales causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Incluso un prolapso rectal, donde parte del recto se desliza hacia fuera del ano, puede aparecer como un bulto. [1] [2] Cada una de estas condiciones requiere una evaluación y, en muchos casos, tratamiento específico. Por ello, es importante no ignorar estos síntomas y consultar a un médico especialista para obtener un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado. Ignorar los síntomas o postergar la consulta puede complicar las condiciones y afectar significativamente a tu calidad de vida.
Hemorroides
Las hemorroides son una de las causas más comunes de la aparición de un bultito en el ano y pueden ser bastante incómodas. Principalmente, existen dos tipos de hemorroides: internas y externas. Las internas se encuentran dentro del recto y suelen ser indoloras, pero pueden sangrar y salir al exterior durante las deposiciones. Por otro lado, las externas se localizan bajo la piel alrededor del ano, donde pueden sentirse como un bulto y causar dolor, picazón o sangrado.
Un profesional de la salud es quien puede determinar si lo que estás sufriendo son hemorroides y qué tratamiento seguir.
Absceso anal
Un absceso anal es una acumulación dolorosa de pus cerca del ano, a menudo resultante de una infección bacteriana en las glándulas anales internas. Estos abscesos pueden formarse también por la infección de una fisura anal o como complicación de ciertas enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal [1]. Los síntomas incluyen dolor severo, hinchazón palpable, enrojecimiento alrededor del ano y fiebre.
El tratamiento para un absceso anal requiere intervención médica, generalmente a través de un procedimiento quirúrgico para drenar el pus [2], lo cual alivia el dolor y previene complicaciones adicionales como la sepsis o la formación de fístulas.
Será un profesional quien diagnostique si se trata de un absceso anal e indique el tratamiento correspondiente.
Fisura anal
Las fisuras anales son pequeñas lágrimas en la mucosa que recubre el ano que provocan un dolor intenso y pueden causar sangrado durante o después de la defecación. Aliviar el dolor de las fisuras anales es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes que las sufren.
El tratamiento debe pautarlo un médico y puede incluir medidas como el aumento del consumo de fibra y líquidos o el uso de cremas tópicas.
Fístula perianal
Una fístula perianal es un conducto anormal que se forma entre el revestimiento interno del canal anal y la piel cerca del ano. Suele ser el resultado de una infección que comienza en una glándula anal y forma un absceso [1]. En esta afección es común la presencia de una protuberancia o bolita dura en el ano a través de la cual puede notarse un orificio que provocará la salida de material de supuración al exterior [2].
Un profesional de la salud, tras un diagnóstico preciso, puede drenar el absceso, aunque cabe la posibilidad de que persista un trayecto que no cicatriza correctamente. Los síntomas incluyen dolor, irritación y drenaje de fluido.
Prolapso rectal
El prolapso rectal ocurre cuando parte del recto se desliza hacia afuera del ano, manifestándose como un bulto que puede ser visible desde el exterior. Puede ser causado por la debilidad de los músculos y ligamentos asociados con el envejecimiento, esfuerzos repetitivos durante la defecación o condiciones neurológicas. Los síntomas incluyen dolor, dificultad para controlar las heces y mucosidad o sangrado rectal [2].
El tratamiento puede variar desde opciones conservadoras, como modificaciones en la dieta y ejercicios de piso pélvico, hasta procedimientos quirúrgicos como la rectopexia ventral [2] para corregir y prevenir la recurrencia del prolapso. En cualquier caso, es un profesional médico quien debe indicar el tratamiento adecuado tras un diagnóstico.
Verrugas anales
Las verrugas anales son crecimientos causados por el virus del papiloma humano (VPH), que pueden aparecer alrededor y dentro del ano [2]. En muchos casos, son asintomáticas, pero pueden causar molestias, picazón o dolor. En casos avanzados, las verrugas pueden cubrir toda la región anal y extenderse hacia los genitales [2].
El tratamiento para las verrugas anales debe ser indicado por un profesional de la salud y puede incluir medicamentos tópicos, crioterapia, cauterización o cirugía, dependiendo de la extensión y gravedad de las verrugas. La prevención de las verrugas anales incluye la vacunación contra el VPH y el uso de protección durante las relaciones sexuales.
Trombosis hemorroidal
La trombosis hemorroidal, también conocida como hemorroides trombosadas, es una complicación poco común de las hemorroides que se caracteriza por la formación de un coágulo en una vena del ano, ya sea en las hemorroides internas o externas. Los síntomas incluyen un bulto en el ano, cambios de coloración en la piel de la zona, dolor intenso y sangrado rectal [2].
Estas sensaciones a menudo generan temor y llevan a una consulta de urgencia. En algunos casos, el médico puede optar por una intervención para quitar el coágulo, como la hemorroidectomía, dentro de las primeras 48 a 72 horas, lo cual es recomendado para aliviar el malestar y prevenir complicaciones adicionales [2].
Quiste pilonidal
Un quiste pilonidal es una pequeña bolita que se forma en la zona sacrococcígea y contiene vello y células dérmicas debido a la inclusión de un folículo piloso dentro de la piel [2]. En casos leves, el médico puede recomendar cuidados básicos en casa, como mantener la zona limpia y seca o aplicar compresas para aliviar el dolor y ayudar al drenaje.
Sin embargo, en algunos casos, el quiste se puede infectar y formar un pequeño absceso que puede supurar. En estos casos, se puede requerir tratamiento médico adicional, como la administración de antibióticos o la realización de una incisión y drenaje quirúrgico para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Es importante seguir las pautas del médico para manejar adecuadamente el quiste pilonidal y evitar recurrencias [2].
Molusco contagioso
El molusco contagioso es una infección viral de la piel causada por un virus de la familia Poxviridae. Se caracteriza por la presencia de pequeñas pápulas redondeadas y firmes de color nacarado en la piel. La transmisión puede ocurrir por contacto directo con personas infectadas o objetos contaminados. En la mayoría de los casos, las lesiones desaparecen por sí solas, pero un profesional de la salud pueden recetar cremas tópicas para aliviar los síntomas [2].
REFERENCIAS
- Bulto en el ano: 7 posibles causas (3, junio 2023). Mi diagnóstico. https://midiagnostico.es/bulto-en-el-ano-7-posibles-causas/
- Rojas L. R. (7, mayo 2024) Bolita en el ano: 11 posibles causas y tratamientos. Mejor con salud. https://mejorconsalud.as.com/bolita-ano-causas-tratamientos/